martes, 3 de marzo de 2009

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Día dos.
Así cuento el sendero amarillento de tu ser.
Narrándote y atizándote leve...
Cruel nostalgia mía y
Ahogada tu queja silenciosa.


Día de ayer, fue día primero.
Encarnada yo misma en tu huida.
Huida yo misma en tu carne.
Recovecos de recuerdo; 
Día dos.


Día de hoy, horrendo tránsito.
Horrendo de sí, por sí, sí, sí.
Quisquilloso el cuerpo que se aferra.
Roídos míos sobre tu tez de fruta.
...Ay de ti, ese pobre amor...
Gemido y lloriqueado.








viernes, 23 de enero de 2009


Me gusta que me huelas

Que sientas mi sangre

Y desear de mí.

Ser como dos animales

enaltecidos de hambre.

No decir nada.

Oler tu sangre

Y seguirte por instinto.

Desconocer tu nombre,

tus pisadas, mis palabras.

Saber de mi apetito y el tuyo

Converger en el mismo espacio

Y sobre la necesidad ingenua

de probar tu dorso.